top of page

Humos de misterio (Segunda parte)


Todos seguimos al jefe como si fuésemos un grupo de turistas visitando unas grandes oficinas en su día de vacaciones. El olor a papel y a tinta inundaba cada rincón de la estancia, pero no me disgustaba, ya que estaba acostumbrado a mezclarme con esos olores. Avanzamos hasta la mitad del espacio, donde había una puerta en el lateral izquierdo que llevaba a un pasillo largo, giramos hacia la izquierda de nuevo y en la puerta que quedaba al final del todo se podía ver un cartel que ponía: “Almacén”. Entramos de uno en uno y nos colocamos en el centro formando un semicírculo. Estábamos rodeados de estanterías con archivos, cajas y material de copistería. Parecía que todo seguía su debido orden gracias a los marcadores que había en cada estante. Sin embargo, hubo algo que llamó mi atención, pues había un conjunto de cajas tiradas por el suelo, lo que me llevaba a pensar que no encajaba con el perfil de orden que seguía esta empresa.


-Esa es la ventana por la que saltó -dijo Carter señalándola con el dedo.


Me acerqué a ella, no era de grandes dimensiones, la verdad, pero lo suficiente para que pasara el cuerpo de una persona. A diferencia de las ventanas que había en los cubículos, las cuales iban de arriba a bajo, ésta solo ocupaba media pared. Sin embargo, me pareció algo peligroso que mantuvieran esa ventana abierta.


-Según la normativa, este tipo de ventanas deberían permanecer cerradas -le dije serio y contundente a Carter- ¿Por qué esta está abierta?


-Si le soy sincero, no lo entiendo. Es lo mismo que le dije al encargado de policía -me contestó encogiéndose de hombros-. Siempre están cerradas bajo llave y esa llave la tengo guardada en un cajón de mi escritorio bloqueado por un código. Solo la abrimos cuando vienen a limpiar o si hay algún problema para ventilar la habitación, pero siempre bajo mi supervisión.


Me pareció curioso, una ventana que supuestamente tendría que estar cerrada no lo estaba, solo Carter tenía acceso a abrirla, con lo cual sería el principal sospechoso. Sin embargo, todo parecía muy lógico. Mientras pensaba me volví a fijar en aquellas cajas tiradas por el suelo, así que pregunté qué era lo que había sucedido, ya que me seguía sorprendiendo que después del orden y la disciplina que había en las oficinas, este espacio que, aparentemente, parecía estar ordenado hubiera unas cajas tiradas por el suelo.

-Seguro que ha sido Steve, el nuevo, que todavía mete la pata y no sabe dónde van las cosas -dijo mientras fijaba una mirada asesina a Steve, que respondió cerrando sus ojos- ¡Steve recógelas ahora mismo!


-¡Espere! -interrumpí rápido-. Podrían darnos alguna pista, así que por ahora sería conveniente no tocar nada del escenario del crimen.


-¡Crimen! -respondieron al unísono.


-¿Está insinuando que alguno de nosotros ha matado a la víctima? -preguntó con arrogancia Lisa-. Esto es absurdo y un insulto. La policía ya ha venido y nos ha tomado declaración y, hasta donde yo sé, tenemos coartadas.


Cruzó los brazos y fijó su mirada hacia otro lado de forma brusca. Los demás también empezaron a hacer preguntas parecidas a la de Lisa, intentando quitarse la culpabilidad de encima y queriéndose ir lo más rápido posible. Sin embargo, mi deber era hablar con cada uno de ellos por separado, así que decidí empezar con Carter, quién me aseguró que tenía una reunión importante a preparar y quería terminar esto cuanto antes.

-Perfecto. Los demás esperaréis afuera con Tom y dentro se quedará la persona interrogada -les dije mirando a Tom, quien me devolvió la mirada asintiendo con la cabeza-. Empezaremos contigo, Carter.


Los demás salieron de la habitación junto a Tom, quien cerró la puerta tras él. Por fin nos quedamos Carter y yo. Saqué mi bloc de notas del bolsillo nervioso, la situación me había provocado unas ganas tremendas de encenderme un cigarrillo, pero, muy a mi pesar, estaba en un espacio libre de humo, así que lo tendría que dejar para más adelante. Me saqué un lápiz diminuto del otro bolsillo, siempre que lo utilizaba pensaba que ya iba siendo hora que me comprara uno nuevo, pero eran de esas cosas que tienes pendiente pero que nunca haces. Solté un suspiro y empecé a hablar con Carter.


Me comentó que en la hora del crimen, a las 10 a.m., él estaba en su despacho haciendo una llamada a un socio, quien me pudo corroborar después de hablar unos segundos con él. Sin embargo, unos minutos antes, Carter había ido al baño que queda justo al lado del almacén y al volver aprovechó para agarrar unos folios para enviar un fax a ese socio. Me remarcó que cuando iba al almacén se fijó que Lisa entraba al baño, sobre las 9:50h.


-¿Los agarró usted? -le pregunté sorprendido-. Pensaba que ya tenía personal para hacer esas tareas.

-¿Pero por quién me toma, por un jefe esclavizador? -me respondió con cierto tono de ironía.


No quise responder a esa pregunta, pero después de ver el modo cómo trabajaban las personas en las oficinas, tampoco era algo tan extraño de preguntar. Por mucho que me hubiera dicho eso, seguía pensando que era muy raro. Anoté esa información en mi bloc y proseguimos con la interrogación. No pude sacar mucho más en clave, pero sí que me sirvió para hacerme una idea de cómo lo podría haber hecho si hubiera sido él y, según sus declaraciones, cuando entró en el almacén las cajas no estaban en el suelo. Fijé la vista a esa diminuta página del bloc donde tenía escrito: “Información Carter”.


  • Llamando a un socio a la hora del crimen, la llamada sale a las 9:55h..

  • 15 minutos antes había ido al baño, estuvo unos cinco minutos y después un par más para agarrar los folios del almacén.

  • Las cajas estaban ordenadas.

  • Solo se cruzó con Lisa en el momento en el que él entraba en el almacén confirmando que ella entraba en el baño, 9:50h.

  • Le extrañó que se suicidara porqué estaba a punto de obtener un ascenso.

  • Guarda bajo código la llave de la ventana, solo él tiene acceso.

Después de revisar las notas, le agradecí por su tiempo y le dije que ya podía ir afuera con el resto.


-Espero que no me tenga que volver a llamar. Tengo demasiado trabajo para jugar a los detectives cuando se ha dicho que es un suicidio -me dijo con desdén mientras se dirigía hacia la puerta.


No quise hacer ningún comentario al respecto, solo alcé el brazo a modo despedida. A continuación, entró Lisa con un paso muy rápido y mostrando un rostro de enfado.


-A estas horas, yo tendría que estar fuera del trabajo, así que rapidito -me dijo enfadada-. Que aquí no pagan las horas extras.


Suspiré, sería una mujer difícil con la que tratar, pero había personas peores con las que había lidiado, así que solo necesitaría un poco de paciencia. Empecé preguntándole lo mismo que Carter, de hecho, quería seguir más o menos una misma línea con todos los sospechosos. En este caso, Lisa se encontraba en el baño retocándose el maquillaje, al menos estuvo unos quince minutos ahí dentro. Me dijo que cuando salió ya había mucha gente en el almacén mirando por la ventana y que ella simplemente se unió para ver lo qué había pasado. Al saber lo ocurrido le había trastornado un poco, porque Liam, la víctima, era muy amigo de ella, ya que había sido su mentora cuando empezó y desde entonces habían forjado una buena amistad. En ese momento, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos y se tapó la cara con sus manos, dejando ver unas uñas pintadas con un rojo pasión que me sorprendió. La dejé llorar unos minutos para no interrumpir su luto, pero enseguida le pedí que me enseñara las manos. Las tenía muy bien cuidadas y finas, sus dedos eran alargados, como si fueran de pianista, y las uñas bien definidas. Le pregunté si le gustaba mucho cuidarse, utilizando tratamientos, cosmética, etc. Me respondió afirmativamente, así que le pedí que me volviera a mostrar esas manos que parecían talladas por un escultor. Las agarré con mucho cuidado preguntándome por qué alguien que se cuidaba tanto tenía las uñas pintadas con dos tonos y con alguna rugosidad. Mi mirada quedó fija en su uñas durante unos segundos.


-¿Se puede saber qué hace? -me preguntó apartando la mano de golpe y agarrándola con la otra.


Se la veía nerviosa y su tono altivo había cambiado a uno más dubitativo y tartamudo.


-Lo siento, no me gusta que los hombres me retengan tanto tiempo de esta forma -dijo bajando la mirada hacia al suelo.


-¿Y eso? -le pregunté con mucha curiosidad.


Al principio se negó a contarme nada, pero después me dijo que había sufrido acoso sexual en el trabajo. Cuando quise indagar más sobre el asunto empezó a temblar y las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos, no me quería decir el nombre. Lo cual me llevó a pensar que se podría tratar de Carter, ya que si le delataba le podría suponer la pérdida de su trabajo.


-Mire, esto que le ha sucedido también es importante y creo que debería denunciarlo a la policía -le dije con un tono calmado para no alterarla más-. Si quiere, yo podría ayudarla.


Estuvimos unos minutos en silencio, parecía que no quería hablar y se tapaba su rostro triste con sus manos. Después de intentar ofrecerle mi ayuda por segunda vez, esta me la rechazó de forma brusca con lágrimas en los ojos, aunque su mirada me transmitía rabia e ira, lo que me dejó perplejo. Según sus declaraciones parecía tener una coartada perfecta. Sin embargo, ese tiempo en el baño había sido demasiado largo. Lisa cogió un pañuelo para secarse las lagrimas con cuidado para no estropear su maquillaje, después lo volvió a guardar en su bolso. Por última vez, le quise preguntar de nuevo si había entrado en el almacén y ella me aseguró que no, que cuando lo hizo el accidente ya había pasado. Solté un suspiro, lo veía difícil, pero no imposible. Sabía que podría sacar más información sobre ella de alguna forma u otra.


-Está bien, puede salir a fuera con los demás -le dije mientras le hacía un gesto con el brazo señalando a la puerta.


Me quedé pensando un rato antes de hacer pasar al siguiente sospechoso y aproveché para anotar los datos que le había sacado a lisa.


  • A las 9:50h va al baño a retocarse el maquillaje, se está 15 minutos. Antes había estado trabajando.

  • Mujer que le gusta cuidarse estéticamente.

  • Ha sufrido acoso sexual, lo más probable por Carter, aún por confirmar.

  • Cuando salió del baño Liam ya estaba muerto.

  • Había sido mentora de la víctima.

Estuve repasando y comparando las notas de los dos sospechosos que había interrogado hasta ahora. Mis manos empezaron a temblar de forma leve, me las miré con atención intentando que se calmaran. Sabía que en breve tendría que salir a fumarme un cigarrillo para calmar esa ansiedad y para aclarar las ideas, así que sin más dilación llamé al siguiente sospechoso: Henry.


Cuando entró lo hizo decidido, apenas mostraba un gesto o apariencia que pudiera sospechar que estaba nervioso. Su altura imponía, parecía de estos cerebritos que apenas habla pero con una mente maravillosa. La conversación fue muy fluida, parecía que nos conociésemos de toda la vida, ya que hablaba con mucha confianza y detalle. Me aseguró que él no se movió de su escritorio. El único momento que se había levantado había sido a las 9:30h para salir a fumar. Levanté las cejas de golpe, ya que pensaba que en este edificio no se podía hacer.


-¿Dónde fuiste a fumar? -le pregunté con mucha atención, ya que quería escabullirme en algún momento.


-Justo al lado de los baños hay una puerta de emergencia. Por ahí tienes acceso a las escaleras externas -dijo con la mirada perdida-. Pero le agradecería que no se lo comentara a Carter, en principio no podemos fumar aquí.


Solté una sonrisa. Vaya con el chico perfecto, pensé. De todas formas le pregunté si sabía algo de la víctima o si había visto algún movimiento extraño.


-De hecho sí -dijo mientras asentía con la cabeza con un gesto brusco-. En ese momento Liam y yo estábamos fumando y hablando sobre lo qué haría cuando le ascendieran. Me contó todos los planes que podría cumplir gracias a la subida de sueldo y yo estaba muy contento -miró al suelo con rabia y se pudieron ver algunas lagrimas en sus ojos.


Hubo unos segundos de silencio. Cuando me dispuse a pronunciar una palabra me cortó con un grito.


-¡Liam no tenía motivos para suicidarse! -dijo con una expresión de enfado y rabia, quitando de golpe esa imagen de chico bueno.


-¿Sabes alguna cosa más? -le pregunté con cuidado.


-Después de que se fumara el cigarrillo entró al edificio riéndose, yo me quedé un rato más afuera. Me gusta disfrutar del aire.


-¿Estuviste mucho rato? -le pregunté teniendo mi bloc listo para anotar aquellos datos.

-No mucho. A lo mejor un par de minutos -contestó con una mano en la barbilla y fijando su mirada al techo -pero sí que escuché una conversación un tanto extraña entre Lisa y Steve. Cuando me levanté de las escaleras me fijé que alguien salía por la puerta, así que por miedo a que me pillaran subí unos escalones más para que no me vieran, pero sí pude escuchar su conversación.


Henry me contó que Lisa le estaba diciendo a Steve que en unos minutos tendría que ir a recoger algún tipo de material de las cajas en el almacén. No pudo escuchar bien lo qué era, ya que el ruido de los coches y el ambiente de la ciudad impedían que la conversación fuera clara. Lo que me pudo confirmar era que Steve tenía una voz miedosa, como si estuviera recibiendo amenazas por parte de Lisa. Después de eso y cuando ya se habían ido me comentó que volvió a entrar en las oficinas, sobre las 9:40h. En el momento que entró en el pasillo se fijó que Judith venía de las oficinas y me confirmó que ambos se quedaron unos segundos parados. Sin embargo, después de saludarla se fue directamente hacia su escritorio, mientras que Judith ponía rumbo hacia el baño o el almacén. No me pudo concretar el sitio, ya que no vio donde entró. No fue hasta que escuchó un ruido cuando se percató de que algo había pasado.


-Recuerdo que Liam se levantó junto a Steve unos segundos después de que Carter volviera a entrar en las oficinas -añadió Henry-. Creo que Steve le pidió ayuda para encontrar algunos documentos o archivos para el trabajo. Luego, a los pocos minutos, uno o dos, no más, Steve volvió solo, sin Liam.


Las declaraciones de Henry habían sido muy interesantes, ya que se podía notar cierta tensión entre ese grupo. Además, me dio un detalle sobre Lisa que ni ella misma me había comentado. Anoté cada uno de los hechos con detalle en mi bloc.


  • Sale a fumar con Liam a las 9:30h.

  • Liam entra a las 9:35h.

  • Conversación entre Steve y Lisa en las escaleras de emergencia a las 9:37h. Una conversación corta, Steve se le nota nervioso y Lisa parece que le está comentando algo sobre el almacén.

  • Henry entra al pasillo y se encuentra con Judith, son las 9:40h. Se va directamente a su escritorio.

  • 9:53h., Carter sale del pasillo para ir a sus cubículos y Liam y Steve se van hacia el almacén.

  • 9:57h., Steve vuelve a las oficinas.

La verdad es que eran muchos datos a corroborar. Tenían sentido, pero creo que todavía faltaban cosas que podrían salir a la luz. Creo que Steve nos podría dar mucha información sobre lo ocurrido.

Comentários


Publicar: Blog2 Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por Anna Soler. Creada con Wix.com

bottom of page